26 de junio de 2010

Instrucciones para olvidar.

No recuerdes jamás, ni enumeres siquiera la cantidad de veces en que pensaste en olvidar el pasado y empezar de nuevo. No utilices los nostálgicos retales de un ayer carcomido y encerrado entre paréntesis, para cubrir un futuro incierto, de vanas fantasías; ya no se lleva.

Ya eres consciente de los peligros que encierra una caja llena de fotografías movidas. Olvida aquellos tiempos, y difumina el recuerdo del espacio en que habiten: la indiferencia ofende al cordial saludo.

Si las caricias que pudieran calmar las encabritadas olas de tu temperamento hoy ya no son más que un áspero espejismo que recubre de arañados tu piel, sus huellas ya no hablan de afecto; sino de dolor. El cementerio del subconsciente les reserva un bonito lugar de descanso.

Para el resto del mundo, la práctica del sueño ayuda a paliar el sufrimiento del corazón; pero se duerme con los ojos cerrados.